Es una de las zonas más atractivas de Galicia vista al Norte, pegada al Oeste del Mar Cantábrico y tocando el occidente de Asturias, de quien nos separa el Río salmonero conocido con el nombre de Eo, al lado del cual está, para recibir a los miles de visitantes que se acercan para disfrutar de los placeres que nuestra tierra es capaz de ofrecer, la villa turística por excelencia, visitada en vida con frecuencia por el Sr. Calvo Sotelo que fuera Presidente del Gobierno de España, nombrada Ribadeo, desde donde se divisa la maravillosa Ría que le adorna, sin necesidad de subirse a la terraza de la Torre de los Moreno, que preside su  bonito cantón, representando el patrimonio indiano que en la villa existe, desde el centenario de su construcción, con el ejemplo de representación de la arquitectura indiana en Galicia.
Sin duda es Ribadeo la mejor manera de recibir y dar la bienvenida a quienes vienen a visitar a A Mariña, presentándole sus encantos.
El camino Norte de Santiago, Patrimonio de la Humanidad y la A-8 atraviesan A Mariña desde la citada de Ribadeo hasta Mondoñedo, y luego de pasar por la hermosa zona de la playa de Las Catedrales, que con su naturaleza moldeada por la erosión y desgaste del tiempo pasado, y por el embate de las grandes olas cuando su mar  se “encabrita”, “enfado” que lo hace muy peculiar con la blanca espuma, muy parecida a la blancura de la nieve del “famoso Ancares” (en palabras del pregonero de las Fiestas, don José Pulpeiro Doval “O Gallopín”), paraíso que la propia naturaleza y la llegada de las olas del mar, se quisieron comparar con el mejor escultor para deleitarnos con su presencia, y habiendo que matizar que fue nombrada como una de las maravillas de España, de Europa y del Mundo; nos enseña 9 kms de playas en el bonito municipio de Barreiros, y el incomparable valle de Lourenzá, con su Iglesia y Monasterio, para llegar, abandonándola, por la salida 536, a la monumental y bella Ciudad medieval, que nadie sin verla puede decir que se recreó con todas las maravillas del Mundo, de Mondoñedo, perla de A Mariña.
La Pirula asimismo conocida por la Ciudad de la Paula, o del universal escritor don Álvaro Cunqueiro Mora, también se le conoce por el nombre de Pascual Veiga, músico autor del himno de Galicia y de la sensacional Alborada de Veiga, composición que al comienzo del día de visita a esta Ciudad debieran de sugerir escuchar los afortunados que nos han elegido para visitarnos, toda vez que nuestra  voz de que todos estos debieran ser recibidos con la dicha Alborada, se ha omitido, se ha silenciado.
Ha sido muy emocionante cuando con tal música se nos ha recibido en las cuevas de origen cárstico, del Drach de Mallorca de Baleares.
Y desde aquí invitamos a nuestros amigos de la Familia propietaria del Restaurante A Voltiña y de la Casa Rural de Mañas que algunas veces reciban a sus clientes con la hermosa Alborada, e invitamos a ellos porque son los primeros hosteleros después de la mencionada salida 536, pero igualmente lo hacemos a los demás hosteleros de la Ciudad del Masma. 
Destaca en esta Ciudad habitada desde la Prehistoria la Catedral Basílica de la Asunción, como el edifico más importante y antiguo, declarada este año Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, única en todo el Camino Norte de Santiago, declarada Monumento Nacional en 1.902, iniciada su construcción en 1.219 y consagrándose el 1.248 (tiempos del obispo don Martín), en estilo románico con influencias cistercienses, en evolución al nuevo arte ojival, que presenta en la fachada principal un bellísimo rosetón gótico, en el que se inspira el artesano del dulce Guille de la Confitería la Alianza para dar forma a la famosa y auténtica Tarta de Mondoñedo.
Le viene a Mondoñedo su título de Ciudad desde 1.156 otorgado por el Rey Alfonso VII, con los atributos de Muy Noble y Leal, y en 1.825 el Rey Fernando VII le otorga el de Fiel.
Regresamos de la bella durmiente ciudad de Mondoñedo por los citados Camino Norte de Santiago o por la A-8 y en la salida 526 de ésta nos dirigimos a la villa turística de Foz, en la que destaca la popular playa de la Rapadoira y su puerto pesquero deportivo, que pasándola llegamos por el futuro Corredor del Cantábrico a la villa pesquera de Burela, con su puerto pesquero más importante de A Mariña, posiblemente con el de Cillero de Viveiro, y con el Hospital Comarcal que la hace la capital sanitaria de la Comarca.  
Y después de ver la Península de la Paz del barrio de San Ciprián, en el Ayuntamiento de Cervo que también le da sitio a la Cerámica de Santiago de Sargadelos, fábrica de la loza, mundialmente conocida, instalada en el primer horno alto que hubo en España y que representa el título de Reales Fábricas de Sargadelos, que llegó a ser la industria más importante de la provincia de Lugo, y pasando por la localidad de Jove con las ensenadas de Morás, Esteiro y Muiñelo, de escaso fondo, y con minas de caolín en Lago y de mineral de hierro en Sumoas, con las diez escuelas que dispone la Ley de Moyano, habiendo sido construido su Grupo Escolar por la sociedad “Centro de Hijos del Partido de Viveiro de Buenos Aires, viniendo el nombre de la localidad del dios Júpiter. En ella existe el bonito puerto de Morás con fábricas de salazón.
Llegamos a la Ciudad de Viveiro, después de dejar, unos 5 kilómetros antes la Marisquería Nito, de sumo prestigio. Es Viveiro una ciudad de apariencia de belleza indescriptible, que estuvo rodeada en la antigüedad de altas murallas y conserva todavía su aspecto medieval; sus calles son angostas y pinas, sin aceras, pavimentadas con amplias losas, con casas señoriales con numerosos blasones esculpidos en sus fachadas. 
Está unida al barrio de la Misericordia por el Puente mayor que atraviesa la ría durante 500 metros, y al final existe la capilla de la Misericordia, del siglo XVII. Dentro de los muros la Iglesia de Santa María del Campo del Siglo XII y estilo románico y la de Santiago el Mayor, perteneciente al tercer periodo del romano bizantino o de transición al ojival y asentada en la Plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento sin mérito artístico, por ser un viejo caserón, y la estatua del vivariense don Nicomedes-Pastor Díaz, modelada por el escultor catalán don José Campeny e inaugurada en 1.891. Tiene puerto y los barcos de poco calado llegan en pleamar hasta el indicado Puente mayor.
Fue hasta 1858 capital de la provincia marítima de su nombre, del departamento de Ferrol, que alcanzaba desde Ribadeo a Cariño. Perteneció a la antigua provincia gubernamental de Mondoñedo. A Viveiro pertenece la parroquia de San Juan de Covas, lugar turístico por excelencia y con la playa de Covas.
Comprende A Mariña los Ayuntamientos de Mondoñedo, Viveiro  (que son cabeza y sede de Partido Judicial), Ribadeo (las tres capital de comarca, de las 3 en que se divide A Mariña), Riotorto, Alfoz, A Pontenova, Burela, Foz, Barreiros, Lourenzá, Xove, Cervo, Trabada, O Vicedo, Ourol, y O Valadouro.
Nuestra tierra de A Mariña es capaz de ofrecer a sus visitantes cultura, gastronomía, parajes naturales y alegría, que componen un botón de muestra de lo que espera a quienes nos han elegido. 
Cantidad de playas de primera calidad, destacando sus arenales, y sus climas suaves, que pueden llevarte a la satisfacción incomparable de dormir con una manta en pleno mes de agosto, en pleno verano. Lugares preciosos para los amantes y deseosos de la tranquilidad, del exotismo con lugares vírgenes como puede ser el Mirador de A Toxiza en Mondoñedo, y para los que busquen “ese lugar diferente”. Montañas y Ríos de auténtica película, con extensas áreas verdes y preciosos valles como el de Lourenzá o el de Mondoñedo.
Aeropuerto a hora y cuarto por la citada autovía A-8 que sirve de comunicación con Madrid, Barcelona y las grandes ciudades de Europa. Asimismo A Mariña es atravesada por la carretera nacional N-634 de Irún a Santiago y  a A Coruña.-
Urbanizaciones enclavadas frente al Mar Cantábrico, con zonas ajardinadas, piscinas y zonas de aparcamiento. Amplias terrazas con vistas excepcionales. Emblemáticos Hoteles y la instalación hotelera cuenta con todas las comodidades, restaurantes, locales comerciales. Montes mágicos y desconocidos aún por descubrir. Senderismo, ultraligeros, la magia de nuestros valles perdidos por donde transita el Camino Norte de Santiago, Patrimonio de la Humanidad desde este año de 2.015.
Muy acogedores hoteles que marcan la excelencia, como muy buenos restaurantes con una extraordinaria cocina, tanto de pescados, como de mariscos, como de toda clase de carnes y caza, y la incomparable huerta de Mondoñedo. Acogedores bares de copas, con su complemento de tapeo, que se degusta, no cabe duda, de los mejores vinos blancos y tintos con grandes denominaciones de origen. Cultura con cautela a la que se suman, con todo placer, cada visitante que llega.
Para terminar, permítasenos mencionar O Forno, O Voar y el Tranvía de Lino, en Ribadeo. El Nito en Area-Viveiro, ya citado, la terraza de O Noso Lar en San Ciprián, A Xoiña en Foz, Vila do Val en Ferreira do Valadouro, O Valeco y Voltiña en Mondoñedo, entre otros muchos que no hay espacio para nombrar. Y nuestros felices visitantes no se vayan de Mondoñedo o de Ribadeo, sin probar las famosas cañas, sólo aparentemente igualadas por las monjas del Hospital de San Pablo y San Lázaro, y los magníficos e insuperables petisús de la Confitería la Alianza y, además, sin llevar de ésta para sus familiares y amigos la famosa y auténtica Tarta de Mondoñedo. Todo lo inigualable de A Mariña. Así lo opino.  
 
LORENZO ARES ROBLES - Mondoñedo


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