En estas fechas quisiera desearos a todos Felices Fiestas, y dado que uno no es un Vizoso,  capaz de enviar una postal navideña con todo el arte que él tiene, permitidme al menos que os cuente aquella vez, de aquel lejano año, en la que me tocó hacer de Rey Mago Baltasar.

Recuerdo que me tocó hacer de rey negro y que los pajes en aquella ocasión eran todos negros. Ni que decir que me pareció que debía de presentar una enérgica protesta, por esta razón. En pleno siglo veinte aquello era una explotación indebida. ¿Por qué no podían ser blancos los pajes de los otros reyes?

La  ventaja fue que luego había baile en el casino, después de cenar; amenizado, si la memoria no me falla, por el conjunto local LOS CAVER: Cigarrán, Canle, Juan José Meilán  y el batería Paco Fanego,  que con ese nombre, diminutivo de Cavernícolas, parecía un canto a las Cuevas del Rey Cintolo. Pues bien, los que fuimos "de negros", lucíamos unas bellísimas pestañas perfiladas, porque no había santa  manera de conseguir eliminar los residuos de aquel maquillaje. En honor a la verdad, recordar a Mónica "la dulce creadora del maquillaje", que al día siguiente no había ni rastro del mismo y hubiese sido un buen detalle para el día de Reyes.
 
Los Caver 

Recuerdo como anécdota que dado que yo iba con gafas, resultaba reconocible por algún que otro chaval que veía que aquel rey mago Baltasar "era de pega". Entre ellos el más joven de la familia Meilán no hacía más que repetir: "José Ramón que se te nota".

Lo mejor fue cuando me dijo su familia que la bicicleta que había pedido este año no se la iban a traer los Reyes. Así que al llegar a mi casa, esperé pacientemente a que en la televisión se viese la llegada de los Reyes Magos al aeropuerto de Barajas, y entonces le llamé por teléfono.  Sus primeras palabras fueron:

-Tío Alfredo!!. (Claramente me tomó por otra persona )
Muy serio le respondí:
- Estás equivocado, yo soy el Rey Baltasar que acabo de llegar a Madrid. ¿No has visto la caravana de reyes en la televisión? .
- ¡Sí señor! (Ahí cambio su tono, ahora más en la línea de contestar la llamada de un rey mago)
- Mira, hemos recibido tu carta pidiendo una bicicleta, pero no hemos podido traerla porque ya no había ninguna. Te has retrasado tanto que se acabaron las existencias. Pero como has sido bueno te traemos... (Y aquí la lista de la carta a los reyes).

El resto de la conversación, con toda la educación del mundo para con el Rey Mago Baltasar, fue el colofón a la actuación como rey mago.

Y digo colofón, porque antes, en la plaza de la catedral, los reyes habíamos estado hablando de nuestro viaje, con San José  y la Virgen María , para luego saludar a los niños.

El rey mago Baltasar, sirvió en aquella ocasión de traductor, porque había estado en Cuba y podía ejercer como tal dado que los otros reyes hablaban en su idioma; oriental por supuesto.

Luego nos sentamos, hacía frío, y recibimos a aquellos niños que querían venos. Como tales reyes "sabíamos perfectamente" lo que habían pedido y eso les asombraba. Lo grave fue que se nos coló un niño que era cubano y no le conocíamos.

- ¿De dónde  eres, que no te conocemos?
- De Cuba.
- Bonita tierra, allí he estado yo ( había que ser coherente)

La cara de asombro era para verla.

Bueno, pues el muchacho no había forma de sacarlo de allí. Quería, según supe luego, tener más noticias de su hermosa tierra.

Así que, con vuestro permiso y habiendo abusando de vuestra paciencia, permitidme que os desee:

¡FELICES FIESTAS!.


JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ 

 

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