Esta frase de la poesía "De Ruada" me sirve para decir alguna cosa sobre el futuro y dejar por un momento esa serie de notas escritas que son pura nostalgia de un Mondoñedo que ha sido y que ojalá nos dé fuerza para mejorar el  Mondoñedo que va a venir.

Para hablar de futuro se impone tomar nota del pasado más reciente y del presente. 

Todos los intentos por regenerar la vida de la ciudad tiene su fundamento en datos muy concretos y en políticas que se van a llevar a cabo.

Desgraciadamente la losa de la demografía, de la que prometí no volver a escribir, pesa para el futuro y por ello tengo que empezar por estos datos.

En primer lugar, viendo los censos de 2014 y 2010, la pérdida es significativa: 400 habitantes.

En segundo lugar, y para hacer unas previsiones "de andar por casa", me centro en los datos del censo  y en los dos  intervalos de población que entiendo son más significativos: menores de 25 años y mayores de 60 años y observándolos, la cosa no pinta nada bien. 

Total población de habitantes  hasta los 25 años: 577 habitantes.

Total de población  de mayores de sesenta años: 1624 habitantes.

En tercer lugar una cifra que desconozco y me causa cierto pavor es la de viviendas deshabitadas. Una ciudad que ha albergado cerca de diez mil habitantes, hoy debe de mantener un censo muy alto de estas casas. Y este es un punto de partida muy a tener en cuenta porque marca la línea a la que debemos de llegar.

Sobre esta base entiendo que  se puede realmente hacer un cálculo de los puestos de trabajo que se necesitarían crear para contener esta sangría. Y para ello sin duda considero que hay que afinar el lápiz. No es tarea fácil, pero en algún momento de la vida de la ciudad hay que iniciar el camino hacia la recuperación.

Yo le comentaba a un amigo que si hace un ejercicio básico proponiendo unos objetivos para un plazo de tres años,  la cifra de puestos de trabajo a crear, en un hipotético ejercicio, sería un número cercado a los  doscientos. Si los distribuimos entre empresas de  cinco empleados como  media y el resto de los mismos en autónomos que se afincasen en Mondoñedo, se podría plantear un objetivo inicial que  deberíamos ir  "monitorizando", como se dice ahora, para ajustar en la medida de lo posible las políticas de empleo y sus resultados reales. Es un ejemplo, pero también un ejercicio de previsión de futuro.

Poniendo unas primeras cifras alternativas, en ese plazo de tres años, el número de empresas tendría que ser de importante y la de autónomos también. 

Pueden plantear diferentes alternativas. Se podría pensar en mayor plazo o cifras objetivo menores, pero creo que para empezar a pensar y ver la dificultad del reto, es más que suficiente.

Y me pregunto: ¿Alguien considera que solamente pensado en el turismo se genera este volumen de empleos?

El resultado de un año turístico de extraordinarias cifras, si lo analizamos con detenimiento podríamos estimar el número de puestos de trabajo que ha generado. Si el número de pernoctaciones ha subido de manera importante y si el  gasto medio  por visitante también ha tenido un impulso aceptable, sería una buenísima confirmación dado que son índices altamente significativos.

Esto queda como elemento de reflexión y sin duda que hay que pensar en esa población de mindonienses que en el segmento de 35 a 55 años, un total de 1389 personas, son la esperanza para tomar caminos de mejora para sus hijos y futuros nietos.

Y, claro, pensar en el incremento de la natalidad se me antoja un camino que no tiene posibilidad alguna y desde luego, largo me lo fiáis; muy largo. Por ello tiene que incorporarse nueva aportación de emigrantes, cosa que nunca ha sucedido en un valle que es sin duda muy atractivo, y hay que tener depositada la esperanza en estos movimientos de población, como apuntan ciertos sectores de opinión.

Como elemento de reflexión creo que para ser la  primera vez que hago un comentario sobre el futuro de Mondoñedo es un punto de partida más que suficiente. 

Postergar las políticas de empleo es un mal consejo, luego algo hay que hacer y ponerle números. La letra sola no vale, la música es importante, ya me entienden.

Que la Virgen de los Remedios nos ayude.

Un saludo afectuoso a todos.


JOSÉ RAMÓN DÍAZ CRUZ 
 

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