Pardo de CelaEl Mariscal Pero Pardo de Cela Aguiar e Ribadeneyra, hijo de uno de los más nobles linajes del Reino de Galicia, los Señores de Cela y de Violante de Aguiar, se casó con Dona Isabel de Castro, hija de la Condesa Beatriz y de Don Pedro de Osorio, estableciendo lazos con los linajes más importantes de Galicia.
Era una época en la que castellanos y gallegos luchaban por la sucesión del poder político de Galicia. Por un lado, los gallegos reconocían como reina a Juana La Beltraneja y por otro, los castellanos defendían el reinado de los Reyes Católicos, que procedieron a la anexión del Reino de Galicia. Pero Pardo de Cela se declaró fiel al Reino de Galicia y se rebeló contra la submisión a los Reyes Católicos. Se produce entonces el envío de un nuevo ejército formado por las tropas de Acuña y Chinchilla, dando comienzo a una lucha entre gallegos y castellanos que duró unos 3 años.
Pardo de Cela resistía en la Provincia de Mondoñedo, mientras que se producía la "Doma y Castración del Reino de Galicia". El Mariscal Acuña consigue sobornar a unos vasallos de Pardo de Cela, a cambio de una gran recompensa y el perdón por su rebeldía. Estes vasallos abrieron la puerta del castillo miestras el Mariscal estaba ausente, y cuando regrasó a A Frouxeira fue sorprendido en el salón del castillo, siendo, posteriormente condenado a ejecución pública.
Pardo de CelaLa mujer del Mariscal en una audiencia con su prima, la Reina Isabel, consigue el indulto para los nobles gallegos condenados a muerte. De regreso a Mondoñedo, poco antes de la ejecución del mariscal, fue entretenida en el puente de O Pasatempo por los secuaces del Obispo de Mondoñedo, Fadrique de Guzmán, que querían interceptar el indulto. Al mismo tiempo, el Obispo, ordenó apurar la ejecución.
Finalmente, el 17 de diciembre de 1483, fue ejecutado en la Praza da Catedral, frente a una multitud que esperaba impaciente el indulto.
Cuenta la leyenda que la cabeza del Mariscal fue rodando hasta la puerta de la Catedral mientras gritaba: "Credo, Credo, Credo".Otra version de la leyenda dice que las palabras que gritaba la cabeza del Mariscal eran: "Clero, Clero, Clero" protestando contra la injusticia que estes hacían llevando a cabo su ejecución.