El segundo domingo de Septiembre -siempre que caiga antes del día 8- es una fecha clave en la historia de Mondoñedo, por celebrar sus fiestas patronales, dedicadas a la Santísima Virgen de los Remedios, patrona de la ciudad y diócesis.
Pues bien, ya está a la vista el cartel anunciador de las fiestas y uno de los actos que comprende, dice: “OFRENDA DO EXCMO. CONCELLLO DE MONDOÑEDO”, dando así continuidad a esta tradición. Y es aquí es donde quiero detenerme:

Muchos  mindonienses, diócesanos y amigos de la ciudad episcopal, con mucha lógica y salpicados por la curiosidad,  se preguntarán, ¿qué es eso de la ofrenda? En aras de aportar mi granito de arena, me he tomado la libertad, una vez más, primero de informarme y después poder escribir estas líneas para su difusión y conocimiento. Dicho esto, la tradicional ofrenda tiene sus raíces en lo siguiente y transcribo a continuación lo que dice D. Santos Sancristobal  sobre esta tradición:

“En 1938, en plena guerra española se celebró en toda la diócesis el segundo centenario de la inauguración del Santuario y desde aquel momento hacen anualmente una ofrenda por turno a la Virgen los Ayuntamientos Cabezas de Partido del territorio de la antigua provincia”.  Que yo recuerde,  los ayuntamientos en cuestión son los  de Ferrol, Ortigueira, Ribadeo Villalba,  Vivero y el  de la propia ciudad,  donde se venera con gran devoción. Una vez finalizado el turno del oferente,  responde  a la misma el Sr. Obispo de la diócesis.

A mayor abundamiento, fue impulsor de la misma, en el año 1938,  el entonces obispo de Mondoñedo, Don Benjamín de Arriba y Castro, que después seria nombrado obispo de Oviedo y, posteriormente, Cardenal Arzobispo de la archidiócesis de Tarragona.

Y aquí debiera de terminar esta nota, pero por conmemorarse en este año el I Centenario (Mondoñedo 22.12.1911) del insigne articulista, poeta y narrador mindoniense, Alvaro Cunqueiro, quiero traer aquí unas palabras entresacadas  de uno de sus múltiples artículos sobre las fiestas en general y ésta en particular: “Esta mi ciudad antigua de Mondoñedo se dispone a fiestas. Se dispone a fiestas con cierta pereza, quizás porque conoce el latino “festina lente” –alegraos lentamente –“, y sigue. “A la Virgen de los Remedios se le tiene devoción en toda esta comarca, y su actual santuario es una bella construcción de los días del gran obispo Sarmiento…”, para seguir más adelante, “…Vendrán al santuario gentes de toda esta bocarribira, del Valadouro y las claras mariñas de Lugo. Vendrán romeras,  caminantes desde hora de alba por los caminos que bordean los maizales, buscando la sombra y bebiendo en el cuenco de las manos del hilo de agua de una fuente”.

Y quien pone ahora punto y final a lo que quería decir, tan solo me resta  desear que la climatología colabore   para que después de la misa de pontifical y ofrenda, pueda celebrase la tradicional procesión, con el itinerario de costumbre, para así gozar del afecto y amor de la “llena de gracia” y disfrutar del bullicio acogedor y ambiente festivo que se vive a los alrededores del santuario,  alameda y que a algunos nos arropa el alma con la amorosa yedra de la saudade.

Felices Fiestas a todos.

Antonio Doménech Ladra - Valencia


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